
Esta fruta no es muy popular en Latinoamérica y su apariencia es casi desconocida. Es un hibrido que se obtiene mediante injertación entre la flor de la bergamota y otro cítrico como la naranja amarga.* Su apariencia es como la de un cítrico en forma de pera con una cáscara un tanto corrugada y en ocasiones lisa.
Su aceite esencial es muy utilizado en la industria de la perfumería y su cultivo es primordialmente con el fin de producir el aceite esencial.
Debido a que su aroma es muy placentero y sus beneficios terapéuticos son muchos, su aceite esencial se ha vuelto uno de los favoritos en recetas caseras. He aquí uno de los inconvenientes.
El aceite esencial de Bergamota contiene unos componentes químicos llamados furanocumarinas, en especial una llamada Bergapteno. Este componente hace que el aceite esencial sea foto-tóxico (fotosensible). Esto quiere decir que, si la persona lo aplica en la piel en cierta cantidad y se expone a los rayos ultravioleta, este causará una reacción dañina parecida a una quemadura.
Robert Tisserand, el experto a nivel mundial en el uso seguro de los aceites esenciales nos recomienda en su libro, «Essential Oil Safety, Second Edition» que este aceite no se use en una concentración mayor al 0.4%. Así es, mucho menos del 1% para evitar esta reacción foto-tóxica.
Pero no hay porque preocuparse, muchas de los beneficios de este aceite esencial se pueden obtener vía inhalación, lo cual no requiere que nuestra piel sea expuesta. De igual manera, existe una versión de este aceite que ha sido rectificada después de su producción y no contiene Bergapteno; si tienes acceso a esta versión (no muy común en Latinoamérica) entonces puedes usarlo con más libertad en la piel.


Battaglia, Salvatore. The Complete Guide to Aromatherapy, 2nd Ed., The International Centre of Holistic Aromatherapy. 2003
Tisserand, Robert and Rodney Young. Essential Oil Safety, A guide 2nd Ed., Churchill Livingstone Elsevier. 2014



